Paroles: Inti-Illimani. Chant Pour Une Semence. La Muerte.
No es que no quiera pasarme
el lomo por la escobilla,
tampoco hacerle cosquillas
al que ha venido a escucharme.
Con prisiones y gendarmes
castiguen mi vanidad,
a la pata'e la verdad
yo estoy contando mi cuento,
Perdonen mi atrevimiento
y mi escasa habilidad.
Tenga calma la compana
ya viene la despedida;
la poca sabiduria
mis pensamientos empana.
Siempre la suerte me engana
por mucha ilusion que tenga.
Que la fuerza me sostenga
si el sacrificio es en vano
y no me condene hermano,
no hay mal que por bien no venga.
Por anos cruce las calles
gimiendo muy dolorosa
y a trabajar afanosa
me fui por montes y valles.
No quiero entrar en detalles
ni remover las cenizas,
lo malo me escandaliza
me quiebra nervios y huesos...
Ya el viento volvio el recelo
y el mar lavo las desdichas.
Me voy por un senderito
sembrado de blancos yuyos
y en arboles en capullo
ya cantan los chincolitos.
En el estero infinito
se estan meciendo las aguas,
la sombra de la patagua
me recibe con carino,
las lagrimas, del corpino,
resbalan hasta mi enagua.
Detras de las alamedas
se duermen los animales,
perfuman los cereales
las tremulas sementeras.
Las hojas por vez postrera
me brindan una sonrisa
y me refresca la brisa
con sus esponjas, la frente.
Respiro serenamente,
ya nada me martiriza.
Semana que mis rosales
estaban ya florecidos
yo con mi malo sentido
vi solo sus espinales.
Las nubes primaverales
parecen una pintura,
los campos con su verdura
me han descorrido el telon.
Mis ojos bailan al son
del viento por la llanura.
Ya no me clava la estrella,
ya no me amarga la luna,
la vida es una fortuna
vistosa, prospera y bella.
Sus lluvias y sus centellas
nos engalanan los aires
nos brindan como una madre
su aliento renovadero.
Ya siento que el mundo entero
esta de canto y baile.
Inti-Illimani
Inti-Illimani