Paroles: Joaquin Sabina. Juez y Parte. Kung Fu.
:
(Joaquin Sabina)
Botas altas, cazadoras de cuero,
con chapas de Sex Pistols y los Who,
silbando salen de sus agujeros
los pavos de la banda del Kung Fu.
Desde el suburbio cuando el sol de va,
a lomos del hastio y la ansiedad,
vienen buscando bronca a la ciudad.
Dile a tus hijas, hombre de la calle,
que escondan su virtud y su reloj,
cierra tu Sima-Mil con siete llaves,
da la alarma si tarda el ascensor.
Duerme vestido, no apagues la luz,
guarda el radio-cassette en un baul,
que anda suelta la banda del Kung Fu.
Las motocicletas
que mangaron anteayer
los conducen hasta Lavapies.
Seis tubos de anfetas,
dos farmacias, un tiron,
si se tercia, alguna violacion.
Al ritmo de guitarras asesinas
se juegan el destino a cara o cruz.
En El Caso ha leido una vecina
que ha caido la banda del Kung Fu.
Podran dormir tranquilos otra vez,
ahorrar unas pesetas cada mes,
trabajo de rutina para el juez.
Del pub a la trena,
no conocen otro hotel
que la quinta de Carabanchel.
Se cortan las venas,
se tragan vidrios con tal
de que los lleven al hospital.
?Que importa si revientan algun dia?
Mientras esten las cosas como estan
sus colegas de Aluche o Entrevias
la ley de la navaja heredaran.
Desde el suburbio, cuando el sol se va,
a lomos del hastio y la ansiedad
vendran buscando bronca a la ciudad.
(Joaquin Sabina)
Botas altas, cazadoras de cuero,
con chapas de Sex Pistols y los Who,
silbando salen de sus agujeros
los pavos de la banda del Kung Fu.
Desde el suburbio cuando el sol de va,
a lomos del hastio y la ansiedad,
vienen buscando bronca a la ciudad.
Dile a tus hijas, hombre de la calle,
que escondan su virtud y su reloj,
cierra tu Sima-Mil con siete llaves,
da la alarma si tarda el ascensor.
Duerme vestido, no apagues la luz,
guarda el radio-cassette en un baul,
que anda suelta la banda del Kung Fu.
Las motocicletas
que mangaron anteayer
los conducen hasta Lavapies.
Seis tubos de anfetas,
dos farmacias, un tiron,
si se tercia, alguna violacion.
Al ritmo de guitarras asesinas
se juegan el destino a cara o cruz.
En El Caso ha leido una vecina
que ha caido la banda del Kung Fu.
Podran dormir tranquilos otra vez,
ahorrar unas pesetas cada mes,
trabajo de rutina para el juez.
Del pub a la trena,
no conocen otro hotel
que la quinta de Carabanchel.
Se cortan las venas,
se tragan vidrios con tal
de que los lleven al hospital.
?Que importa si revientan algun dia?
Mientras esten las cosas como estan
sus colegas de Aluche o Entrevias
la ley de la navaja heredaran.
Desde el suburbio, cuando el sol se va,
a lomos del hastio y la ansiedad
vendran buscando bronca a la ciudad.
Joaquin Sabina
Juez y Parte
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