Paroles: Joaquin Sabina. Tratado De Impaciencia Número 10.
Aquella noche no llovio,
ni apareciste disculpandote,
diciendo, mientras te sentabas,
"perdoname si llego tarde".
No me abrumaste con preguntas,
ni yo trate de impresionarte
contando tontas aventuras,
falsas historias de viaje.
Ni deambulamos por el barrio
buscando algun tugurio abierto,
ni te bese cuando la luna
me sugirio que era el momento.
Tampoco fuimos a bailar,
ni temblo un pajaro en tu pecho
cuando mi boca fue pasando
de las palabras a los hechos.
Y no acabamos en la cama,
que es donde acaban estas cosas,
ardiendo juntos en la hoguera
de piel, sudor, saliva y sombra.
Asi que no andes lamentando
lo que pudo pasar y no paso.
Aquella noche que fallaste,
tampoco fui a la cita yo
ni apareciste disculpandote,
diciendo, mientras te sentabas,
"perdoname si llego tarde".
No me abrumaste con preguntas,
ni yo trate de impresionarte
contando tontas aventuras,
falsas historias de viaje.
Ni deambulamos por el barrio
buscando algun tugurio abierto,
ni te bese cuando la luna
me sugirio que era el momento.
Tampoco fuimos a bailar,
ni temblo un pajaro en tu pecho
cuando mi boca fue pasando
de las palabras a los hechos.
Y no acabamos en la cama,
que es donde acaban estas cosas,
ardiendo juntos en la hoguera
de piel, sudor, saliva y sombra.
Asi que no andes lamentando
lo que pudo pasar y no paso.
Aquella noche que fallaste,
tampoco fui a la cita yo
Joaquin Sabina
Joaquin Sabina
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