Paroles: Silvio Rodríguez. Mujeres. Cierta Historia De Amor.
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Yo era un muchacho tranquilo
Hasta que di con mi sueno mas dorado
Que era una mujer algo mayor que yo
Ella tenia 35 y yo 18 para mi favor
(Favor dudoso)
Empezo por regalarme
Dos camisas y un vestido
Para que yo se los diera a mi mama
A eso le siguio una lluvia de pequenos regalitos para mi
(Para mi entierro)
Hasta me frote las manos
Cuando supe que vivia sola
Desde que por fin se divorcio
Y en su casa hice meriendas, comidas y desayunos hasta engordar
(Casi reviento, como veran)
Lo tenia todo, y me puse ocioso
Me pasaba el dia de la lectura al amor
?Que quiere mi dueno? ?Que quiere mi encanto?
Me decia con voz azucarada si me iba a mover
Mi amigos comentaban
Que yo si eran un barbaro del diablo
Y la fama de conquistador nacio
Las pepillas me buscaban, yo me pellizcaba el brazo para ver
(Si era sonando)
Aprendi, de un buen amigo
A pegarle a mi mujer
A llevar los pantalones, como es la tradicion
Y ella iba a mi trabajo, para sorprenderme en algo ilegal
(Era normal)
Me di cuenta que las cosas
Ya no estaban es su sitio
Cuando me empezo a coser la ropa encima, al salir
Despues vino la algazara, las denuncias y los llantos al dormir
(Y paso el tiempo)
Decidi dejarla cuando una noche
Desperte y la vi que se lanzaba sobre mi
Con unas tijeras de podar sus matas
Mientras me juraba que no iba a ver a otra mujer jamas
Me puse las botas y sali corriendo
Entre amenazas que no puedo repetir
Me puse las botas y sali corriendo
Sin suenos dorados, pero a salvo el honor
Yo era un muchacho tranquilo
Hasta que di con mi sueno mas dorado
Que era una mujer algo mayor que yo
Ella tenia 35 y yo 18 para mi favor
(Favor dudoso)
Empezo por regalarme
Dos camisas y un vestido
Para que yo se los diera a mi mama
A eso le siguio una lluvia de pequenos regalitos para mi
(Para mi entierro)
Hasta me frote las manos
Cuando supe que vivia sola
Desde que por fin se divorcio
Y en su casa hice meriendas, comidas y desayunos hasta engordar
(Casi reviento, como veran)
Lo tenia todo, y me puse ocioso
Me pasaba el dia de la lectura al amor
?Que quiere mi dueno? ?Que quiere mi encanto?
Me decia con voz azucarada si me iba a mover
Mi amigos comentaban
Que yo si eran un barbaro del diablo
Y la fama de conquistador nacio
Las pepillas me buscaban, yo me pellizcaba el brazo para ver
(Si era sonando)
Aprendi, de un buen amigo
A pegarle a mi mujer
A llevar los pantalones, como es la tradicion
Y ella iba a mi trabajo, para sorprenderme en algo ilegal
(Era normal)
Me di cuenta que las cosas
Ya no estaban es su sitio
Cuando me empezo a coser la ropa encima, al salir
Despues vino la algazara, las denuncias y los llantos al dormir
(Y paso el tiempo)
Decidi dejarla cuando una noche
Desperte y la vi que se lanzaba sobre mi
Con unas tijeras de podar sus matas
Mientras me juraba que no iba a ver a otra mujer jamas
Me puse las botas y sali corriendo
Entre amenazas que no puedo repetir
Me puse las botas y sali corriendo
Sin suenos dorados, pero a salvo el honor
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