Paroles: Monica Naranjo. Minage. Él Se Encuentra Entre Tú Y Yo.
:
he dejado las puertas abiertas,
esperdando que el alba florezca
desperezando el calor
la nostalgia
y los recuerdos de ayer .
la anoranza visita mi cama
despertando las ansias calladas
enfureciendo el dolor
las carencias
que ha dejado tu olor.
ahora entiendo como paso
si este camino lo trazamos dos .
mientras tanto el se encuentra
entre tu y yo .
el viento del otono
pronto nos atrapara
y en mi copa-cabana llovera
tiniendo todo el mar de lagrimas
llorando desde el cielo .
los verdes que arroparon
toda aquella inmensidad
reclaman desde alli
nuestra humedad
mimando la esperanza
que mi alma me ha dejado .
sumergidas en aguas lejanas
recorriendo tus dunas saladas
me liberaba al amor
alejandome de la que era yo .
mis palabras te tranquilizaban
mis caricias tejian tu calma
y poco a poco un reloj
nos marcaba la hora de un nuevo adios.
estoy tan rota
?que pudo hacer?
si en el camino sigue estando el
en mi barco solo hay sitio para dos
el viento del otono
pronto nos atrapara
y en mi copa-cabana llovera
tiniendo todo el mar de lagrimas
llorando desde el cielo .
los verdes que arroparon
toda aquella inmensidad
reclaman desde alli
nuestra humedad
mimando la esperanza
que mi alma me ha dejado.
he dejado las puertas abiertas,
esperdando que el alba florezca
desperezando el calor
la nostalgia
y los recuerdos de ayer .
la anoranza visita mi cama
despertando las ansias calladas
enfureciendo el dolor
las carencias
que ha dejado tu olor.
ahora entiendo como paso
si este camino lo trazamos dos .
mientras tanto el se encuentra
entre tu y yo .
el viento del otono
pronto nos atrapara
y en mi copa-cabana llovera
tiniendo todo el mar de lagrimas
llorando desde el cielo .
los verdes que arroparon
toda aquella inmensidad
reclaman desde alli
nuestra humedad
mimando la esperanza
que mi alma me ha dejado .
sumergidas en aguas lejanas
recorriendo tus dunas saladas
me liberaba al amor
alejandome de la que era yo .
mis palabras te tranquilizaban
mis caricias tejian tu calma
y poco a poco un reloj
nos marcaba la hora de un nuevo adios.
estoy tan rota
?que pudo hacer?
si en el camino sigue estando el
en mi barco solo hay sitio para dos
el viento del otono
pronto nos atrapara
y en mi copa-cabana llovera
tiniendo todo el mar de lagrimas
llorando desde el cielo .
los verdes que arroparon
toda aquella inmensidad
reclaman desde alli
nuestra humedad
mimando la esperanza
que mi alma me ha dejado.
Minage
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